Pamplona Catedral Hotel
Pamplona - Dos de Mayo, 4
Reservar
Pamplona es la ciudad de los extremos opuestos: multitudes de gente, ríos de alcohol y locura durante la semana de San Fermín, un ambiente tranquilo y socarrón de antaño durante el resto del año.
La capital de Navarra, orgullosa región del norte de España, es una ciudad de interior enclavada en la fértil vega del río Arga. De origen romano, es rica en historia y orgullosamente apegada a sus tradiciones.
Una de las ciudades españolas con mayor calidad de vida, durante más de once meses al año Pamplona es una ciudad encantadora que visitar para dejarse hechizar por románticas vistas sin aglomeraciones de turistas, degustar las deliciosas especialidades de la cocina local y pasar una alegre velada en uno de los tradicionales bares de pintxos (el equivalente vasco de las tapas) del casco viejo. También es una de las paradas más evocadoras del famoso Camino de Santiago.
En una sola semana de julio, Pamplona se transforma en una de las ciudades más delirantes de Europa durante una fiesta tradicional que se ha convertido en una de las más famosas del mundo, la de San Fermín .
Hordas de turistas temerarios de todo el mundo se unen a los jóvenes y mayores locales en una carrera por las calles de la ciudad perseguidos por toros salvajes. Una locura que merece la pena ver al menos una vez en la vida… preferiblemente desde la seguridad de una ventana o balcón, y luego unirse a las locas celebraciones cuando los toros hayan regresado a sus corrales.
Pamplona es una ciudad que sorprende al visitante por su rico patrimonio histórico y sus arraigadas tradiciones. El centro histórico, perfectamente conservado, alberga algunas de las atracciones más significativas, mientras que los barrios modernos ofrecen interesantes ejemplos de arquitectura contemporánea y espacios verdes. La ciudad se presta perfectamente a ser explorada a pie, permitiéndote descubrir rincones ocultos y vistas sugerentes.
La Catedral gótica de Santa María la Real representa una de las joyas arquitectónicas más preciadas de Pamplona. Construido entre los siglos XIV y XV, este magnífico edificio combina elementos góticos con una imponente fachada neoclásica añadida en el siglo XVIII.
El claustro gótico de la catedral está considerado uno de los más bellos de Europa, con sus elaboradas esculturas y capiteles finamente decorados que narran historias bíblicas y escenas de la vida cotidiana medieval. En su interior, el museo diocesano alberga una notable colección de arte sacro, incluida una valiosa Virgen de plata del siglo XIV.
Una visita a la catedral también te permite admirar la tumba de Carlos III el Noble y su consorte Leonor, una obra maestra del arte funerario gótico realizada en alabastro.
La Plaza del Castillo es el corazón palpitante de Pamplona y el centro de la vida social de la ciudad. Esta elegante plaza porticada, construida sobre el antiguo castillo medieval, está rodeada de edificios históricos y cafés característicos.
El Café Iruña, abierto en 1888, es uno de los cafés históricos más famosos, frecuentado también por Ernest Hemingway durante sus estancias en Pamplona. El interior conserva el ambiente de la Belle Époque, con espejos, madera tallada y decoración original.
La plaza se anima especialmente durante los Sanfermines, cuando se convierte en uno de los principales puntos de encuentro para las celebraciones. Durante todo el año, es el lugar ideal para tomar un café o un txakolí (vino blanco vasco) mientras ves pasar a los transeúntes.
Las murallas de Pamplona constituyen uno de los sistemas defensivos renacentistas mejor conservados de Europa. El recorrido a lo largo de las fortificaciones, de casi 5 kilómetros, ofrece espléndidas vistas de la ciudad y sus alrededores.
El Baluarte del Labrit y el Baluarte del Redín son algunos de los puntos más llamativos de la ruta, y ofrecen unas vistas impresionantes del valle del Arga. El Parque de la Media Luna, integrado en el sistema defensivo, es un hermoso jardín romántico donde podrás relajarte y disfrutar de vistas panorámicas.
La Ciudadela pentagonal, construida a finales del siglo XVI, es un destacado ejemplo de arquitectura militar renacentista. Hoy alberga espacios expositivos y zonas verdes populares entre los residentes.
La calle de la Estafeta es la más famosa de Pamplona, conocida en todo el mundo por formar parte del recorrido de los encierros durante los Sanfermines. Esta calle empedrada, que conecta la Plaza del Castillo con la Plaza de Toros, es el corazón gastronómico de la ciudad.
Los numerosos bares de pintxos que bordean la calle ofrecen algunas de las mejores expresiones de la cocina vasco-navarra. Aquí podrás degustar especialidades locales como la txistorra (embutido típico) y una amplia variedad de pintxos creativos.
La calle conserva su carácter tradicional, con tiendas históricas y rótulos de época que contribuyen a su ambiente único. Por la noche, se convierte en uno de los puntos neurálgicos de la vida nocturna de Pamplona.
El Museo de Navarra, ubicado en un antiguo hospital del siglo XVI, alberga la colección de arte más importante de la región. El museo recorre la historia de Navarra desde la prehistoria hasta el siglo XX a través de una rica colección de restos arqueológicos y obras de arte.
Entre las piezas más valiosas se encuentran los capiteles románicos de la catedral románica de Pamplona, el mosaico romano de las Musas de Arellano y el retrato del marqués de San Adrián pintado por Goya.
Son especialmente significativas las colecciones medievales, con valiosos ejemplos de arte románico y gótico que atestiguan la importancia de Navarra como reino independiente en la Edad Media.
La Iglesia de San Lorenzo es de especial importancia para los pamploneses, ya que alberga la capilla de San Fermín, patrón de la ciudad. El edificio, de origen medieval pero remodelado en el siglo XVIII, combina elementos góticos y barrocos.
La Capilla de San Fermín es una joya del barroco español, ricamente decorada con mármoles y dorados. La estatua del santo, objeto de gran devoción, es llevada en procesión durante los Sanfermines.
El templo también es conocido por su campanario, uno de los hitos del perfil urbano de Pamplona, y por su papel central en las fiestas de San Fermín.
La Plaza de Toros Monumental de Pamplona, construida en 1922, es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Durante los Sanfermines se convierte en el punto final del encierro y en el centro de las tradicionales corridas de toros.
La plaza de toros, con capacidad para casi 20.000 espectadores, es una de las mayores de España. El Museo Taurino, situado en el interior de la plaza, cuenta la historia de la tauromaquia en Pamplona y la evolución de los Sanfermines.
Durante el resto del año, la plaza acoge actos culturales y conciertos, confirmando su papel como importante centro cultural de la ciudad.
El Parque de la Taconera es el jardín público más antiguo y encantador de Pamplona. Creado en el siglo XVIII, este espacio verde histórico combina elementos del jardín francés con toques románticos del siglo XIX. El parque es famoso por sus fosos habitados, donde ciervos, pavos reales, patos y otros animales viven en libertad.
Los jardines formales están adornados con estatuas, fuentes y pérgolas cubiertas de rosas. El parque alberga también el Café Vienés, una elegante cafetería de estilo modernista donde puedes disfrutar del tradicional chocolate caliente con churros. Las antiguas murallas que rodean el parque ofrecen espléndidas vistas de la ciudad vieja.
El Palacio de Navarra, actual sede del gobierno foral, es uno de los edificios barrocos más representativos de la ciudad. Construido en el siglo XVIII como residencia de los virreyes, el palacio destaca por su imponente fachada barroca y su bella portada decorada con el escudo del Reino de Navarra.
El interior, que puede visitarse con cita previa, conserva preciosos tapices flamencos, muebles de época y una notable colección de arte. El Salón del Trono, con sus espejos y estucos dorados, es un magnífico ejemplo del estilo rococó español. Los jardines del palacio, diseñados al estilo francés, son un oasis de paz en el corazón de la ciudad.
En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de los principales lugares de interés de este artículo.
La Fiesta de San Fermin es un acontecimiento que transforma por completo la ciudad de Pamplona: una fiesta continua, que dura día y noche durante nueve días.
La imagen más famosa de la semana de San Fermín es el encierro, durante el cual los habitantes de la ciudad, tradicionalmente vestidos de blanco, y los turistas más aventureros corren delante de un grupo de toros sueltos a lo largo de un recorrido que cruza el centro de la ciudad y termina en la plaza de toros.
Es un recorrido corto, de menos de 900 metros, y la carrera dura sólo tres minutos, pero el riesgo constante de que los toros corran lo hace intenso y adrenalínico. Para algunos es simplemente una locura, y los defensores de los derechos de los animales se oponen firmemente a esta tradición que termina con el sacrificio de los toros, pero es innegable que se trata de un ambiente único, una especie de celebración orgiástica de la vida.
En cierto modo, éste era el sentido original de la fiesta, resumido en el emotivo momento de la letanía que los corredores cantan en San Fermín antes del inicio de la carrera.
Hoy, este sentido sagrado está desgraciadamente distorsionado por muchos turistas, sobre todo jóvenes, que se unen a los corredores en el encierro simplemente para presumir. ¿Quién sabe lo que pensaría Hemingway, que celebró esta tradición en su novela «Fiesta» y la convirtió en una atracción turística internacional?
Afortunadamente, aún es posible disfrutar del extraordinario ambiente festivo que impregna la ciudad de una forma auténtica, evitando participar en la carrera y observándola desde lugares seguros.
Sigue los demás actos de la fiesta, como los desfiles infantiles, los conciertos, los espectáculos de danza y las corridas de toros, y no te pierdas la cita final a medianoche del 14 de julio, con el canto del «Pobre de mí» a la luz de las velas.
La privilegiada situación de Pamplona la convierte en un punto de partida ideal para explorar la belleza de Navarra. Se recomienda alquilar un coche para llegar fácilmente a las numerosas atracciones de los alrededores, muchas de las cuales no son fácilmente accesibles en transporte público.
El Castillo de Olite, a sólo 45 minutos en coche de Pamplona, es uno de los castillos medievales más espectaculares de España. Antigua residencia de los reyes de Navarra, este palacio-fortaleza gótico es un destacado ejemplo de arquitectura medieval, con sus altas torres, jardines colgantes y elaborada decoración. Merece la pena visitar el pueblo medieval que lo rodea, con sus calles empedradas y sus históricas bodegas.
El Monasterio de Leyre, situado a una hora de Pamplona, es uno de los monumentos religiosos más importantes de Navarra. Este complejo monástico, que combina elementos románicos y góticos, ofrece espectaculares vistas de la Sierra de Leyre y del embalse de Yesa. Los visitantes pueden participar en el canto gregoriano de los monjes benedictinos y visitar la cripta románica, considerada una de las joyas de la arquitectura medieval española.
Roncesvalles (Orreaga en euskera) está a unos 45 minutos en coche de Pamplona y es un lugar de extraordinaria importancia histórica y cultural. Este pequeño pueblo pirenaico es famoso por ser la primera parada española del Camino de Santiago francés y por su Colegiata de Santa María, un importante complejo monástico del siglo XIII. El lugar también es conocido por la histórica Batalla de Roncesvalles en 778, celebrada en la «Chanson de Roland».
Durante la semana de San Fermín, los hoteles y hostales de Pamplona se agotan todos los años, a pesar de que los precios están por las nubes. Si quieres participar en una de las fiestas más famosas del mundo, debes reservar con varios meses de antelación.
Durante el resto del año, encontrar un hotel en Pamplona no te resultará difícil, y de hecho tendrás una amplia oferta de establecimientos con una buena relación calidad-precio.
El Casco Antiguo es la zona ideal para quienes quieran vivir la esencia de Pamplona. Aquí encontrarás numerosos hoteles boutique en edificios históricos y estarás a un paso de las principales atracciones, los mejores restaurantes y la animada vida nocturna. El barrio del Ensanche ofrece alojamientos más tranquilos y modernos, ideales para familias y viajeros de negocios. La zona está bien comunicada con el centro de la ciudad, pero ofrece un ambiente más relajado y precios generalmente más bajos. Aquí se encuentran muchos hoteles de cadenas internacionales y apartamentos turísticos.
Pamplona tiene un aeropuerto internacional, pero no está conectada por vuelos directos con Europa. Puedes llegar a Madrid y desde allí tomar un vuelo nacional o aterrizar en Bilbao y luego viajar en coche de alquiler o en tren.
Si ya estás en España, puedes llegar a Pamplona en trenes y autobuses directos desde las principales localidades del norte de España y desde las ciudades españolas más importantes. El viaje en tren desde Madrid dura unas tres horas, una más si viajas desde Barcelona.
¿Qué tiempo hace en Pamplona? A continuación se muestran las temperaturas y previsiones meteorológicas en Pamplona durante los próximos días.
Pamplona es la capital de la Comunidad Foral de Navarra, enclavada en el noreste de España. Está situada no lejos de los Pirineos y de la frontera francesa, mientras que las principales ciudades españolas más cercanas son Bilbao y Zaragoza, ambas a poco menos de dos horas en coche, aunque en direcciones opuestas.
Hotel 
Hoteles económicos 
Apartamentos 
Hoteles familiares 
Hoteles de lujo 
Resorts