En la isla de La Palma te esperan playas fascinantes y maravillosas. Extensiones de arena volcánica negra y piscinas naturales de agua salada te sorprenderán por su belleza
Una serie de pequeñas ensenadas rocosas, largas playas de arena y calas de roca negra crean paisajes increíbles e inolvidables.
Entre las playas más bonitas de La Palma están El Charco Azul, El Charco Verde, Playa de la Zamora y Piscinas de la Fajana.
También son populares las playas de Puerto Naos, la más concurrida de la isla, Los Guirres y Los Cancajos, perfectas para bucear y practicar snorkel.
Situada al este de la isla de La Palma, Los Cancajos es una bahía protegida por corrientes de roca volcánica que garantizan aguas tranquilas todo el año y una rica vida marina.
Por estas razones, Los Cancajos es perfecta para bucear, incluso para los inexpertos. Hay aseos, duchas y tumbonas y sombrillas de alquiler, hay buenas conexiones de autobús y el acceso está garantizado para las personas con movilidad reducida. También hay numerosos restaurantes en las cercanías, donde podrás degustar deliciosos platos de pescado fresco.
La isla de La Palma esconde muchos tesoros secretos, entre ellos las maravillosas piscinas naturales de Charco Azul.
Situadas a lo largo de la costa nordeste de la isla, entre el pueblo de San Andrés y el pequeño pueblo pesquero de Puerto Espíndola, las piscinas son un verdadero paraíso natural donde bañarse con seguridad en cualquier estación.
Con 20 metros de largo y 10 de ancho, las piscinas del Charco Azul constan de tres piscinas conectadas por pasarelas de piedra talladas en el basalto, la más pequeña de las cuales se conoce como Charco de las Damas, e incluyen una zona equipada con sombrillas, duchas y aseos.
El paseo marítimo de El Melonar, donde se encuentran bares, cafeterías, restaurantes y diversos servicios, está situado detrás del Charco Azul.
De fácil acceso y aptas para niños, las piscinas son de las principales zonas de baño del norte de La Palma y suelen estar abarrotadas. Un pequeño aparcamiento da servicio a la zona.
La playa de Charco Verde está situada en la costa oeste de La Palma, cerca del pueblo de Los Llanos de Aridane y a unos 2 km de Puerto Naos.
Esta bahía de fina arena volcánica negra, de 250 metros de largo y 80 de ancho, está partida por la mitad por el Muellito, una gran roca que sobresale en el mar y se utiliza como trampolín o base para los pescadores.
Abrazada por un entorno natural salvaje, la playa de Charco Verde está equipada y dispone de un bar con terraza, aparcamiento y acceso para minusválidos.
La hermosa playa de las Piscinas de la Fajana está situada en el extremo nororiental de la isla de La Palma, más o menos a medio camino entre los pueblos de Los Sauces y Barlovento.
La Fajana consta de tres piscinas naturales de agua salada, una grande, una mediana y una pequeña ideal para niños, rodeadas de fascinantes crestas rocosas con vistas al mar.
Las piscinas, interconectadas por pasarelas de piedra, frenan la fuerza del mar y hacen que el baño sea seguro, mientras que a pocos metros las olas azotadoras atraen a los aficionados al surf.
No lejos de las piscinas de la Fajana están las igualmente fascinantes piscinas de El Charco Azul. Unos cuantos apartamentos de alquiler y un par de bares dan servicio a la zona.
La pequeña y salvaje bahía de Playa de la Zamora está situada en el extremo sur de la isla de La Palma, a lo largo de la costa oeste, al oeste de Fuencaliente.
Rodeada de escarpados acantilados, una escalera de piedra baja hasta la orilla arenosa. La playa de arena negra volcánica tiene 150 metros de largo y 20 metros de ancho. Bastante aislada y poco frecuentada, la Playa de la Zamora es muy segura para el baño, ya que está bastante resguardada de las corrientes.
La playa de la Zamora, servida por un pequeño aparcamiento y un quiosco, también es ideal para practicar submarinismo y snorkel. A sólo 200 metros está la playa de Playa Chica.
La playa de Nogales ejemplifica lo que ofrece esta hermosa isla: montañas, senderos, lava, océano y paisajes verdes. Situada en la localidad norteña de Puntallana, su arena volcánica negra y sus espectaculares acantilados le han granjeado una merecida reputación a lo largo de los años.
Playa popular entre los surfistas, pero también entre quienes buscan soledad, hermosas vistas y senderos naturales, Nogales no es la playa más familiar, ya que sus aguas no suelen ser tranquilas.
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