La Palma es la isla más septentrional de las Islas Canarias y pertenece a la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Tiene una superficie de 708 km2 y una población de más de 85.000 habitantes. Repartida en 14 municipios, ofrece una gran variedad paisajística y climática. Hermosa, árida, salvaje, sorprendente, maravillosa… son sólo algunos de los adjetivos con los que te resultará natural describir esta isla.
Desde la costa hasta los 2.000 metros sobre el nivel del mar, las temperaturas en La Palma no varían significativamente a lo largo del año: rondan los 20° C de media, lo que significa un tiempo fantástico tanto en invierno como en verano.
Aunque se promociona como destino turístico de verano por su belleza natural, hay que recordar que el sol brilla en La Palma casi todo el año. Por eso no es mala idea, para huir del frío, visitar la isla en invierno, cuando la vegetación está en su máximo esplendor.
Si hay un elemento que domina la isla, ése es sin duda el paisaje. Un paisaje modelado por volcanes que ofrece parajes naturales de interés mundial. A la naturaleza se suman los lugares históricos que el pasado colonial de la isla ha traído hasta nuestros días. Por tanto, en tu recorrido por La Palma puedes combinar cultura y naturaleza en una mezcla perfecta.
Hay muchas cosas que ver en La Palma, entre ellas el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, dentro del cual se encuentra el Roque de los Muchachos, el punto más alto de la isla con casi 2500 metros. De vuelta al nivel del mar, no te pierdas un recorrido por las estrechas calles de la capital , Santa Cruz de la Palma, una ciudad colonial con un ambiente del siglo XVI.
Lo primero que se te ocurrirá nada más llegar a La Palma es dirigirte a la playa. La isla ofrece espectaculares playas de arena blanca y aguas turquesas, hermosas calas vírgenes donde tomar el sol rodeado de paisajes naturales, playas familiares con todo tipo de instalaciones. Sólo te queda elegir la que mejor se adapte a tus planes y relajarte.
Algunas de las playas más bonitas de La Palma son la playa de Nogales, de arena negra volcánica y espectaculares acantilados, así como la playa de Los Cancajos, el Charco Verde y las Piscinas de la Fajana.
La Palma es naturaleza: si te gustan las actividades al aire libre, éste es tu lugar. Senderismo, pasear, nadar, bucear; la isla se presta a todo ello. Tanto si la observas desde lo alto de sus montañas como desde el fondo de sus aguas, La Palma te impresionará por su belleza.
Elige La Palma si te interesa todo eso: las demás actividades de ocio desempeñan un papel secundario. Es difícil encontrar una vida nocturna turística con bares y discotecas, y a diferencia de las Islas Canarias más grandes, no hay campos de golf.
La Palma es un paraíso para los excursionistas. Para muchos veraneantes, las numerosas posibilidades de rutas de senderismo son una de las principales razones para visitar La Palma.
La red de senderos se extiende a lo largo de más de 1.000 kilómetros, y los caminos son de todo tipo: desde paseos cortos a intensas caminatas de más de un día. Muchas de las rutas de senderismo son los llamados Caminos Reales, que eran los caminos de los guanches hace siglos.
Las rutas de senderismo de La Palma están señalizadas de acuerdo con la normativa de la UE, mientras que quienes prefieran confiar en las excursiones guiadas pueden ponerse en contacto con uno de los guías turísticos locales, que ofrecen numerosas rutas de senderismo bien preparadas.
Bajo las costas de La Palma, los submarinistas descubrirán un mundo sorprendentemente bello. Las aguas son limpias y la visibilidad alcanza los 50 metros. Acantilados rocosos, formaciones de lava con crestas y cuevas y una variada fauna marina ofrecen una oportunidad única de disfrutar de la naturaleza.
En estas aguas se pueden encontrar numerosas especies de peces, y gracias a las temperaturas que no bajan de 18° en invierno, se puede bucear todo el año. Hay numerosas escuelas que organizan inmersiones con buceadores cualificados, capaces de enamorar de estas marías incluso a los turistas más inexpertos.
La zona de pesca que rodea La Palma rivaliza con las más populares del mundo, hasta el punto de que hoy la isla es un destino turístico muy popular entre los aficionados a la pesca deportiva.
Además de la clásica pesca de altura de atunes, marlines y tiburones, el mundo submarino de escarpes, barrancos y bancos de arena ofrece muchas oportunidades para pescar muchas otras especies. La mejor época para pescar es el verano, cuando las aguas suelen estar más tranquilas. Una de las zonas más populares está alrededor del Puerto de Tazacorte.
En una isla que es un constante sube y baja, puedes plantearte encontrar un alojamiento rodeado de vegetación. De hecho, además de los hoteles de la costa en los complejos más turísticos, hay muchos alojamientos en el interior, cuyo principal objetivo es crear una sinergia con el entorno.
Por eso encontrarás muchas «casas rurales«, dispuestas a alojarte durante tu estancia, pero si buscas más comodidad, puedes optar por alojarte en uno de los muchos hoteles boutique que ofrecen un nivel de servicio superior.
La Palma es un destino turístico de nicho, aunque en constante crecimiento: recibe una media de 140.000 turistas al año, la mayoría de los cuales llegan en avión.
No hay vuelos directos a La Palma, pero es posible tomar un vuelo con escala. Por ejemplo, puedes optar por volar con una compañía de bajo coste a Madrid y desde allí con Iberia a La Palma. Otra posibilidad es volar con Easyjet a Berlín o Londres Gatwick o con Vueling a Barcelona, y desde allí tomar un vuelo con las mismas compañías.
La ruta vía Tenerife es un poco incómoda: la mayoría de los vuelos procedentes de ciudades europeas llegan al aeropuerto de Tenerife Sur, mientras que los que van a La Palma salen de Tenerife Norte. Sin embargo, si quieres combinar La Palma con Tenerife es una buena solución coger un vuelo directo a Tenerife y luego un ferry o catamarán a La Palma (tarda menos de dos horas).
También se puede llegar a la isla de La Palma en barco desde las demás islas Canarias, con varias conexiones diarias.
La Palma está situada en el extremo noroccidental del archipiélago canario, y de hecho es una de las más remotas junto con El Hierro, del que dista unos 80 kilómetros.