Palabra clave: ¡fiesta! La diversión está en el ADN de los españoles, un pueblo alegre y sociable que ama la vida y quiere vivirla con alegría. También son un pueblo profundamente apegado a sus raíces, que vive sus tradiciones locales con pasión y entusiasmo. El amor a la vida y a su cultura son las semillas que han hecho brotar un increíble número de fiestas por toda España.
Las fiestas españolas son ineludibles, una explosión de color y música con un impacto sobrecogedor. Es difícil, prácticamente imposible, permanecer como espectador pasivo: empezarás haciendo fotos de los hermosos trajes tradicionales que visten mujeres, hombres y niños y acabarás bailando y cantando en compañía de completos desconocidos.
Desde grandes ciudades como Madrid y Barcelona hasta los pueblos rurales más pequeños, cada pueblo de España tiene su propia fiesta o fiestas típicas. Muchas de ellas tienen un origen religioso e implican misas solemnes y procesiones a las que se recomienda asistir para vivir la tradición en su autenticidad. Después habrá tiempo para las fiestas, que durarán tanto que pondrán a prueba tu capacidad de resistencia.
Al menos una vez en la vida es bueno hacer como los españoles: desinhibirse, cantar a pleno pulmón, ser amigo de todos y reír a carcajadas. No importa en qué época del año quieras ir de vacaciones, no te costará encontrar una fiesta a la que asistir, pero si quieres la máxima diversión, elige entre las 10 fiestas imprescindibles en España que te presentamos a continuación.
Para éstas y otras fiestas populares de España, como la Mercé de Barcelona, el Carnaval de Tenerife, la Semana Grande de Bilbao, la Romería del Rocío y el Descenso del Sella, tendrás que reservar vuelos y hoteles con mucha antelación para evitar el riesgo de encontrarte con que las entradas están agotadas. Dicho esto, sólo necesitas ganas de pasarlo bien para vivir una experiencia única.
Originada en el siglo XIX como feria de ganado, la Feria de Abril de Sevilla es ahora la fiesta tradicional más famosa de España y la que resume todos los elementos típicos de la cultura española: alegría desenfrenada, copiosas cantidades de comida y alcohol (en este caso rebujito, un cóctel de vino manzanilla y gazosa), música hasta altas horas de la noche, bailes en las calles y coloridos trajes tradicionales.
Ver a mujeres y chicas desfilando por la calle con magníficos trajes de flamenca ya es un espectáculo por el que merece la pena el dinero gastado en el avión, pero es muy poco probable que te limites a mirar: el ambiente de fiesta es contagioso y en poco tiempo tú también te verás envuelto en la bebida y el baile.
La fiesta suele celebrarse dos semanas después de Semana Santa y dura una semana entera, durante la cual Sevilla vive sólo para este acontecimiento.
La fiesta más adrenalínica de España es la de San Fermín en Pamplona (Sanfermines). Se trata de una fiesta tradicional en honor de San Fermín, patrón de la ciudad, que dura del 6 al 14 de julio con numerosos actos; internacionalmente sólo es conocida por uno de ellos, el arriesgadísimo encierro.
Los temerarios que participan en esta hazaña deben correr un recorrido de 900 metros por las calles de la ciudad perseguidos por toros en libertad. A quienes no les guste el peligro, pueden contemplar este delirante espectáculo con total seguridad desde lo alto de los balcones o tras las barreras. Es posible que no puedas ver mucho porque la multitud está desbordada, pero sólo necesitarás un poco para hacerte una idea de los riesgos que corren los corredores. Por desgracia, en algunos casos, la mayoría culpa de turistas despistados que se unieron a los lugareños pensando que participaban en una juerga, la fiesta acabó en tragedia.
Cuando todos los corredores están a salvo, y los toros desgraciadamente muertos o encerrados en corrales, la fiesta continúa con menos derramamiento de sangre y más diversión al son de cantos, bailes, vino y mucha alegría, como en cualquier otra fiesta española.
Si no puedes tomarte vacaciones después de Semana Santa pero quieres asistir a una fiesta típica andaluza, la fecha para ti es agosto, cuando se celebra otra de las fiestas tradicionales más famosas de España: la Feria de Málaga. También conocida como Feria de Agosto, es la fiesta veraniega más importante de Andalucía, dura diez días y termina siempre en domingo.
El programa es muy rico e incluye todo tipo de actos, aptos para personas de todas las edades: una feria con casetas, conciertos de música moderna, canciones tradicionales, fuegos artificiales, ceremonias religiosas, actos oficiales comunales y espectáculos de luz. Entre los actos que no te puedes perder están los verdiales, un festival de música y danza populares en el que los hombres cantan y tocan y las mujeres bailan, todos vestidos con ropas tradicionales.
Durante el día, los actos tienen lugar en el centro histórico, mientras que a partir de la tarde y hasta bien entrada la noche la fiesta se traslada al Cortijo de Torres.
La fiesta más explosiva de España es sin duda Las Fallas de San José , comúnmente conocidas como Las Fallas, que culminan con una hoguera de enormes marionetas de cartón piedra y madera que representan a personajes famosos o de ficción en clave satírica.
La fiesta comienza a finales de febrero, cuando las gigantescas marionetas -fruto del trabajo de cerca de un año de grupos de entusiastas- se instalan en las calles de la ciudad y se dejan expuestas hasta el 19 de marzo, cuando se les prende fuego en un ambiente crepitante de petardos, luces y música.
Es una fiesta de proporciones épicas, a primera vista incluso aterradora por la cantidad de fuegos artificiales y ruido. Los valencianos están acostumbrados y la encuentran emocionante: para ellos es una cita ineludible. Tú también te adaptarás rápidamente a la locura colectiva y vivirás una de las experiencias más impactantes y emocionantes de tu vida.
Más inofensiva que San Fermín y Las Fallas es la Tomatina, otra fiesta española que se ha convertido en una atracción turística internacional. Aquí el peligro son los tomates que la gente se lanza: siempre manchan, pero rara vez hieren.
El lanzamiento de tomates se celebra durante la mañana del último miércoles de agosto en Buñol, una localidad a unos 40 km de Valencia que se ha hecho famosa gracias a esta fiesta. El lanzamiento dura sólo una hora, tiempo suficiente para teñir completamente de rojo las calles del pueblo y la ropa de los participantes, pero la fiesta continúa con fiestas posteriores, cenas y otros actos paralelos.
El origen de la fiesta fue una reyerta que tuvo lugar en 1945, pero hoy el ambiente es de pura diversión: el lanzamiento de tomates se convierte en un acto liberador que desata un entusiasmo y una alegría desenfrenados. Con los años, el número de participantes en la Tomatina ha crecido tanto que, por motivos de seguridad, ha sido necesario restringir el acceso exigiendo la compra de una entrada.
En un país de carácter festivo como España, la tradición del Carnaval se convierte en una ocasión más para la diversión desenfrenada. De los muchos carnavales que se celebran en toda España (incluidas las islas), el más famoso es el de Cádiz, once días de fiesta ininterrumpida en los que se alcanza el colmo del exceso.
Olvídate de los ambientes románticos y las elegantes máscaras del Carnaval de Venecia: el Carnaval de Cádiz es todo euforia, canto y bebida. Disfrazarse es imprescindible, tanto para adultos como para niños, al menos durante los dos desfiles principales del programa (pero siempre es recomendable): el Gran Desfile, con el que se abren las fiestas, y el Desfile del Humor, que tiene lugar durante el último fin de semana.
Más que los espectáculos y conciertos oficiales, lo que entretiene al público son las actuaciones espontáneas de las«charangas ilegales»: grupos de amigos, familiares o colegas que realizan alocadas actuaciones de canto… puede que no sea verdadero arte, pero el buen humor está garantizado.
Entre las numerosas fiestas que se celebran en Barcelona, todas ellas muy populares y vividas con entusiasmo y participación por los ciudadanos, hay una menos conocida por el público internacional pero que representa una oportunidad única de vivir la ciudad como un barcelonés más: se trata de la Fiesta Mayor de Gracia, un barrio muy cercano al centro que, sin embargo, ha conservado un cálido ambiente de pueblo.
La fiesta comienza el 15 de agosto y dura una semana, durante la cual el barrio se ve invadido por puestos y mesas al aire libre y adornado con elaboradas decoraciones. Las mesas y las decoraciones se preparan con gran esmero porque todos los años se celebra un concurso para premiar a las más bellas.
El programa del festival incluye conciertos, espectáculos y tradiciones populares. Podrás ver la competición llena de adrenalina de los castellers, las pirámides humanas típicas de Cataluña, y el desfile final de los Correfocs, los diablos que escupen fuego.
A Madrid también le encantan las fiestas tradicionales. La fiesta por excelencia de la capital se celebra el 15 de mayo y está dedicada a San Isidro, patrón de la ciudad.
Para la ocasión, hombres y mujeres sacan de sus armarios sus chulapos o trajes tradicionales: trajes negros con camisa blanca para los hombres, coloridos vestidos de estilo flamenco para las mujeres. Los mantones y las flores son complementos indispensables, sobre todo el clavel rojo: es la flor simbólica de San Isidro, que las mujeres llevan con coquetería y los hombres con orgullo.
El acto principal es en la Pradera de San Isidro, pero las celebraciones tienen lugar por toda la ciudad al son de la música, el baile y la inevitable bebida.
Si te atrae la idea de poder mancharte la ropa sin sentirte culpable, hay otra fiesta española que te conviene además de la Tomatina: la Fiesta del Vino de Haro, localidad de la región de La Rioja, una de las zonas vinícolas más importantes de España.
También conocida como la Batalla del Vino, es otra ocasión en la que las calles de la ciudad se llenan de gente lanzándose algo rojo: en este caso, sin embargo, en lugar de tomates, hay vino.
No necesitas entradas ni conocimientos especiales para participar: vístete de blanco con un pañuelo rojo, como manda la tradición, y ármate con abundante vino y armas para dispararlo a los demás participantes, como cubos o pistolas de agua. Ríndete a la locura colectiva y rocía con vino a todo el que se cruce en tu camino. No muestres piedad, pues los demás te harán lo mismo.
A diferencia de la Tomatina, que tiene poco más de 50 años, la Fiesta del Vino es una tradición popular con orígenes muy antiguos. Antes de la batalla de beber, los ciudadanos van al Santuario del Monte Bilbo para asistir a una misa; después de la batalla, almuerzan caracoles y siguen celebrando -bebiendo vino, por supuesto- hasta bien entrada la noche.
En el panorama de las fiestas españolas, destacan claramente las Fiestas de Moros y Cristianos, una serie de festejos que privilegian el aspecto solemne sobre el lúdico. Se trata de recreaciones históricas que escenifican eapartamentodios cruciales de la lucha final en la Reconquista de la península por los cristianos.
Estas fiestas se celebran en varios lugares, pero son más populares en la zona de Alicante. La más famosa es la Fiesta de Moros y Cristianos de Alcoy, localidad situada en una depresión al pie de una montaña. En este evocador escenario natural tiene lugar un acontecimiento lleno de magia y envuelto en leyendas. Te cautivarán los trajes creados con gran atención al detalle, las batallas sangrientas hábilmente escenificadas y la grandiosidad que impregna este evento.
La fiesta comienza con la entrada de los dos ejércitos en la ciudad y el desfile por las calles del centro. Le sigue una ceremonia religiosa, que es el momento más solemne del acontecimiento, la lectura de una proclama en la que se invita (sin éxito) a los dos ejércitos a la paz, y la tan esperada batalla final.