Entre las plazas de Madrid, un papel destacado corresponde a la Plaza Mayor, en el corazón de los Austrias, el casco histórico de la ciudad. Paseando por la plaza o por las calles vecinas, será imposible no notar la diferencia entre esta zona, la ciudad antigua caracterizada por callejones y calles estrechas, y la conformación del Madrid moderno, donde predominan las amplias avenidas y los espacios abiertos.
De estilo barroco y planta rectangular, la plaza está bordeada de elegantes edificios, casi todos ocupados en su planta baja por tiendas, bares y restaurantes y embellecidos por una hilera de soportales, y está animada por artistas callejeros y pintores que realizan retratos in situ o venden sus cuadros.
Durante tus vacaciones en Madrid seguro que pasas por aquí en algún momento. Cierra los ojos e intenta imaginar alguno de los muchos acontecimientos, alegres o dramáticos, que han tenido lugar aquí a lo largo de los siglos: corridas de toros, fiestas, celebraciones oficiales, juicios de la Inquisición, ejecuciones, representaciones teatrales, conciertos.
Ahora vuelve a abrirlos y ve a descubrir uno de los rincones más característicos de la capital española.
La Plaza Mayor es un espectáculo maravilloso en su conjunto, pero hay tres atracciones en las que debes centrarte.
De las nueve entradas a la Plaza Mayor, la más famosa es el monumental Arco de Cuchilleros, que se ha convertido en uno de los monumentos más emblemáticos de Madrid. El arco está conectado por una escalinata con la Cava de San Miguel, una calle repleta de bares y restaurantes: la pronunciada caída entre la plaza y la calle es visualmente impactante.
Construido con las otras ocho entradas durante la reconstrucción de la plaza por el arquitecto Juan de Villanueva tras el incendio de 1790, el Arco de Cuchilleros recuerda en su nombre a los cuchilleros que suministraban las herramientas a los carniceros de la Casa de la Carnicería, el almacén general de carnes de la Plaza Mayor.
Aunque sólo quedan la base y la planta baja de la estructura original, la Casa de la Panadería es el edificio más famoso de la Plaza Mayor, situado en el lado norte de la plaza.
Construida en 1590 por Diego Sillero, sirvió posteriormente de modelo para la construcción de los demás edificios de la plaza. Su aspecto actual es el de un edificio de cuatro plantas, con un pórtico en la planta baja y un ático en la superior, y dos torres esquineras a cada lado del edificio.
Una vez más, el nombre hace referencia a la función original del edificio: en el pasado ésta era la panadería principal de la ciudad; aquí se establecía un precio justo para el pan, accesible incluso a las clases más bajas de la sociedad.
Más tarde se convirtió primero en apartamento real, luego en sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y finalmente en Academia de la Historia. Hoy alberga la oficina de turismo de la ciudad de Madrid.
Durante tu paseo por la Plaza Mayor, detente a admirar la fachada de este emblemático edificio, ricamente decorada con frescos de Carlos Franco pintados en 1992 que representan figuras mitológicas, como Cibeles, Cupido y Baco, vinculadas a la historia de Madrid. Las decoraciones actuales no son las originales, ya que la fachada ha sido decorada y renovada varias veces a lo largo de los siglos.
En el centro de la plaza se alza la estatua ecuestre de Felipe III, conocido como el Piadoso, rey de España desde 1598 hasta 1621. Se considera la obra de arte más valiosa fuera de los muros de un museo: abierta todo el año a cualquier hora del día, ¡puedes admirarla sin tener que pagar entrada!
Fue diseñada por Giovanni de Bologna y terminada por su aprendiz Pietro Tacca en 1616.
En el lugar que hoy ocupa la Plaza Mayor estaba la antigua Plaza del Arrabal, donde se celebraba el mercado más importante de la ciudad. La nueva plaza se construyó a finales del siglo XV
tras el traslado de la corte real a Madrid; el arquitecto Juan Gómez de Mora recibió el encargo de uniformar los edificios de la plaza.
En varias ocasiones, la plaza fue devastada por el fuego y, en consecuencia, reconstruida y modificada. La obra más importante de la plaza la realizó el arquitecto Juan de Villanueva en 1790: se redujeron dos alturas las fachadas de los edificios, se cerró la plaza por las esquinas y se construyeron nueve arcos de acceso.
La Plaza Mayor está situada en una de las zonas más turísticas de Madrid. Se puede llegar mediante tres líneas de metro (L1, L2, L3), varios autobuses y el servicio de Cercanías.
Desde la Plaza Mayor puedes ir andando a la Puerta del Sol, al Palacio Real y al popular barrio de La Latina, recomendado para quienes quieran conocer el Madrid de los madrileños, donde todos los domingos se celebra el concurrido Mercado del Rastro.
La vista de postal de una habitación con vistas a la Plaza Mayor podría ser tuya, ya que es posible alquilar algunos de los apartamentos que dan a la plaza. Alternativamente, en sus alrededores inmediatos, sobre todo en la Calle Mayor y la Cava de San Miguel, hay numerosos apartamentos y casas de vacaciones. Hay muchos menos hoteles, aunque puedes elegir entre cuatro alternativas, todas ellas excelentes.
La Plaza Mayor está situada en pleno centro histórico de Madrid, a pocos pasos de la Puerta del Sol, a lo largo de la calle Mayor. Desde aquí se llega fácilmente a pie a la Catedral, el Palacio Real y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.
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