
El Barrio de La Latina está situado en pleno centro de Madrid y, sin embargo, parece estar a años luz de las zonas turísticas y «lustrosas» de Austrias, Sol y Gran Vía.
Este popular barrio es una de las zonas más tradicionales de la capital, como revela claramente su conformación urbana de sinuosas callejuelas medievales y plazas de trazado irregular, tan diferente de los grandes bulevares de las zonas turísticas.
Es el lugar ideal para los que prefieren tomarse una cerveza en una taberna tradicional que un cóctel en un bar de moda, para los que gustan de curiosear en los mercados en vez de comprar en las boutiques y para los que caminan durante horas sin preguntarse adónde ir.
También es una de las mejores zonas para asistir a las fiestas tradicionales de Madrid, como la Verbena de la Paloma y la Fiesta de San Isidro, durante las cuales los verdaderos madrileños se desmelenan con canciones y bailes típicos.
Por si todo esto fuera poco, hay otra buena razón para incluir La Latina entre las zonas de visita obligada de Madrid: aquí podrás comer las mejores tapas de la ciudad. Prueba el bocadillo de calamares o una ración de paella, acompañada, por supuesto, de una «cerveza».

La Latina es uno de esos barrios para pasear al azar, sin un itinerario ni una lista de atracciones que visitar. Vienes aquí para saborear la auténtica vida madrileña: ármate de calzado cómodo y disfruta de un paseo por una de las zonas más auténticas de la capital española.
El alma del distrito son sus plazas, populares lugares de encuentro de los residentes. La más famosa es la Plaza de la Cebada, de forma irregular, pero si quieres conocer el barrio en profundidad, busca plazas menos conocidas como la Plaza de La Paja, la Plaza del Humilladero, la Plaza de San Andrés y la Plaza de Puerta Cerrada.
Cambian completamente de aspecto a distintas horas del día: a primera hora de la mañana, casi completamente desiertas, tienen un encanto romántico; poco a poco van cobrando vida hasta explotar de gente a partir de la hora del aperitivo.

La gran atracción del distrito es el Mercado del Rastro, el más famoso y concurrido de Madrid. Tiene lugar todos los domingos y festivos. El núcleo original se encuentra en la Plaza Cascorro y calles adyacentes, pero con los años el mercado se ha ampliado enormemente, de forma muy irregular, y es difícil enumerar todas las calles ocupadas por los vendedores.
Nacido como mercado de segunda mano, hoy cuenta con más de 1000 puestos donde puedes comprar tanto artículos de segunda mano como nuevos. El ambiente de este mercado es muy especial y sin duda merece la pena visitarlo.
Otro mercado famoso que se celebra en el barrio de La Latina es el de San Miguel. Se trata de un mercado cubierto tradicional, el único con estructuras de hierro que aún se conserva. Renovado con gusto moderno, ahora es un paraíso gourmet donde puedes comprar y degustar productos alimenticios de alta calidad; también es sede ocasional de conciertos.

Si regatear con los vendedores ambulantes te ha agotado, ve a descansar al Parque de las Vistillas, un oasis de verdor con árboles, fuentes, estatuas, parterres de césped y caminos de granito.
Prácticamente desconocidos para los turistas, estos jardines de dos niveles son, en cambio, muy apreciados por los madrileños. Te sugerimos que los visites al atardecer, porque la puesta de sol vista desde el parque con la catedral de la Almudena al fondo es especialmente impresionante.
Durante tu paseo por La Latina, visita la Real Basílica de San Francisco el Grande, una basílica del siglo XVIII que cuenta con una de las cúpulas más grandes de Europa y un interesante museo con una colección de pinturas de los siglos XVII al XIX.
La vida nocturna en La Latina no es tan salvaje y transgresora como en Chueca, ni puede presumir del ambiente alternativo y underground de Malasaña. Pero recuerda que estás en Madrid, la ciudad que siempre trasnocha, e incluso un barrio tradicional como La Latina se llena de gente por la noche.
No es la mejor opción si te van los bares de moda o los locales de música en directo, pero es el lugar donde debes estar si quieres disfrutar de una cerveza. Los fines de semana, tendrás que pelearte para pedir una cerveza en el mostrador del bar.
El alojamiento en La Latina está disperso por todas partes, pero encontrarás una mayor concentración en la parte del barrio que va desde la Plaza del Humilladero hasta la Calle de la Cava Alta y la Calle de la Cava Baja. No es una zona donde reine el silencio, ya que hay varios bares, discotecas y restaurantes, pero aun así vivirás la verdadera alma del barrio, sin dejar de estar conectado con el resto de Madrid, ya que la parada de metro de La Latina está a sólo unos pasos.
El barrio de La Latina está situado al suroeste del centro histórico. Hay dos cómodas paradas de metro para llegar a él, ambas de la línea 5.
Una es Puerta de Toledo, pero ten en cuenta que está en su extremo sur, por lo que para llegar a su corazón, que coincide con las plazas de Los Carros y del Humilladero, tendrás que caminar unos cientos de metros una vez que te bajes. La segunda es la que se llama La Latina propiamente dicha, situada en el extremo oriental del distrito, que está mucho más convenientemente ubicada en la Plaza de la Cebada, junto al Teatro La Latina.
Como muchos otros barrios céntricos de Madrid, La Latina debe su nombre a una figura histórica: en este caso, la escritora y humanista Beatriz Galindo, que vivió entre los siglos XV y XVI.
Pasó a la historia como La Latina por su pasión por los clásicos, fue preceptora de los hijos de la reina Isabel la Católica y una de las primeras mujeres del mundo en ocupar el cargo de catedrática de universidad.
Además del barrio madrileño, se le ha dedicado un cráter del planeta Venus.
La Latina está situada en el centro de Madrid, en lo que fueron las afueras de la ciudad vieja, con las calles principales que salen de la Plaza de la Cebada y de la Plaza de Paja. Se puede llegar en las líneas de metro L1, L3, L5.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.


