La Gran Vía, con sus luces iluminadas que parecen zumbar en la noche, es una de las imágenes icónicas de Madrid. Principal arteria urbana de la ciudad, es una calle muy transitada que ve un bullicio constante de coches en la calzada y de gente en sus amplias aceras.
Un paseo por la Gran Vía te pondrá en contacto directo con el alma metropolitana de Madrid, pero entre la multitud de transeúntes y las luces de las tiendas se esconden inesperadas y fascinantes huellas de la historia.
La propia forma en que se construyó la calle a principios del siglo XX es una historia interesante: se derribaron 300 casas y se modificaron 50 calles para dar cabida a una avenida cuyo diseño monumental delataba el deseo de la clase dirigente española de modernizar el aspecto de la ciudad para estar a la altura de otras capitales europeas.
Sin duda, puede decirse que lo consiguieron: lo que antes era el centro histórico de la ciudad se convirtió en una vía moderna, a la que pronto se unieron otros signos de modernidad: rascacielos, una emisora de radio, los primeros grandes almacenes.
La Gran Vía es el lugar perfecto para pasar un par de horas sin preocupaciones, rodeado de edificios históricos, tiendas, teatros y cines.
La Gran Vía es una de las principales calles del centro de Madrid. Con una longitud total de 1,3 km, está dividida en tres tramos:
Puedes llegar rápidamente en metro, líneas L1, L3 y L5.
La Gran Vía es esencialmente una calle comercial, así que no esperes encontrar museos o monumentos que visitar; hay muchos cerca. La Gran Vía es una atracción al aire libre
La Gran Vía se visita mejor a pie, paseando sin ninguna agenda real pero observando los hermosos edificios que la bordean. En particular, presta atención a los que, en nuestra opinión, son los edificios más bonitos de la Gran Vía madrileña:
Entre los cines históricos de la Gran Vía madrileña, merece una mención el Capitol: aún en funcionamiento, cuenta con tres salas que pueden albergar a un total de 1.300 espectadores. Está ubicado en el interior del Palacio de Carrión, un imponente edificio de estilo expresionista.
El cine Avenida, en cambio, ya no funciona y se ha convertido en el emplazamiento de una tienda de la cadena H&M. Al entrar en la tienda, puedes reconocer fácilmente el antiguo vestíbulo, las escaleras laterales y la distribución original de las butacas.
Los cines que siguen abiertos han sido renovados y ofrecen todas las comodidades de las salas modernas; algunos incluso ofrecen proyecciones en idioma original.
Otro motivo para pasear por la Gran Vía, quizá el principal motivo por el que la gente viene aquí, es ir de compras. Aparte de los puntos de venta de famosas cadenas internacionales, sobre todo de ropa y tecnología, a lo largo de la Gran Vía sobreviven algunas tiendas históricas.
Una de ellas es la sede de Loewe, una empresa internacional desde sus inicios: fundada por el alemán Enrique Loewe en España con capital francés, se especializó desde el principio en la producción y venta de artículos de cuero, maletas y encuadernaciones de lujo, y en 1905 se convirtió en proveedor de la Casa Real.
Aún hoy, la tienda de Gran Vía 8 es el principal escaparate de la empresa; si te interesa la historia de esta marca histórica, puedes visitar la Galería Loewe.
También merece la pena visitar la Casa del Libro, una monumental librería de cuatro plantas que se ha convertido en un punto de referencia para los amantes de la literatura en España.
Si te entra hambre durante una intensa sesión de compras, no te preocupes: tanto si necesitas un tentempié rápido como una comida contundente, a lo largo de la Gran Vía encontrarás multitud de bares, restaurantes y cafeterías que se adaptarán a tus necesidades.
Si los dos primeros tramos de la Gran Vía madrileña cobran vida durante el día con la gente que va de compras o se detiene en los bares, el tercer tramo, desde la Plaza de Callao hasta la Plaza de España, cobra vida cuando se pone el sol.
Esta es la zona de ocio por excelencia, con entretenimiento para todas las edades. No faltan bares y discotecas de moda, pero la calle es más famosa por sus teatros y cines, la mayoría de los cuales se construyeron en los años 50, en pleno éxito comercial de la Gran Vía.
Debido a la cantidad de teatros musicales concentrados en una pequeña zona, este tramo de la Gran Vía también se conoce como el Broadway de Madrid.
Si vienes de fuera del centro de Madrid, la mejor forma de llegar a la Gran Vía es utilizar el metro. De oeste a este, la calle nace en la Plaza de España, donde encontrarás la parada del mismo nombre en las líneas 3 y 10. Si utilizas la línea 3, también puedes bajar en las paradas de Santo Domingo y Callao. Es en la Plaza de Callao donde la Gran Vía cambia de sentido, haciendo una ligera curva a la izquierda, y tras unos cientos de metros llegarás a la parada de metro Gran Vía, de las líneas 1 y 5. Finalmente, la Gran Vía termina en el cruce con la calle de Alcalà, donde se encuentra el famoso edificio Metrópolis. A pocos metros de aquí está la parada Banco de España, de la línea 2.
Sin embargo, si ya estás en el centro de la ciudad y quieres llegar a la Gran Vía, sigue caminando por ella, ¡pero lo más probable es que la cruces incluso sin saberlo!
La Gran Vía es muy larga y prácticamente de arriba abajo encontrarás un hotel tras otro. Hoteles de todos los tamaños, categorías y precios, ¡piensa que nada menos que 4 hoteles de cinco estrellas y 15 de cuatro estrellas la sobrepasan! Encontrar un lugar donde dormir cerca de la Gran Vía no es ciertamente difícil: lo importante es comprender que el presupuesto debe ser a menudo adecuado, dada la centralidad e importancia de la zona. Para ahorrar un poco de dinero, dirígete a las calles laterales, prefiriendo establecimientos como apartamentos o pensiones.
La Gran Vía de Madrid es una de las principales calles del centro de la ciudad. De oeste a este, comienza en la plaza de España, sigue por la plaza del Callao y termina en la confluencia con la calle de Alcalà. Su céntrica situación hace que esté muy bien comunicada por metro.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.