La más antigua, la más importante, la más transitada y la más verde: hablamos de Atocha, la estación de ferrocarril que se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de Madrid.
A tiro de piedra del Museo del Prado, el edificio que alberga la estación de Atocha es una obra maestra arquitectónica que combina eficazmente las soluciones modernas con el encanto romántico de los primeros ferrocarriles.
No te será difícil reconocer el toque inconfundible de Gustave Eiffel, autor de la famosa torre que lleva su nombre en París, pero otros importantes ingenieros y arquitectos han contribuido a lo largo de las décadas a hacer especial esta estación.
La enorme estación, por la que pasan unos 15 millones de pasajeros al año, está ahora dividida en dos zonas distintas: la nueva estación, desde la que salen y llegan los trenes, y la antigua estación, que alberga oficinas, tiendas y un extraño jardín tropical.
Ven aquí a tomar el aire, de compras, a tomar un café o -¿por qué no? – sube a un tren hacia tu próximo destino. Al fin y al cabo, en todas las estaciones las verdaderas estrellas son los trenes.
Es bastante inusual que la gente decida pasar algún tiempo dentro de una estación, que generalmente se consideran sólo lugares de paso, pero Atocha es un caso especial.
¿Cuál es la razón por la que tantos madrileños vienen aquí aunque no tengan que coger ningún tren? Dentro de la estación de Atocha, se ha creado un jardín botánico permanente a partir del espacio de las antiguas vías.
Miles de plantas, entre ellas palmeras, plantas acuáticas y plantas exóticas, crecen dentro de la estructura de cristal y acero de la estación. También viven aquí algunas especies animales: las tortugas de la estación de Atocha se han hecho famosas.
Con su temperatura constante de unos 24 grados, el jardín de Atocha es un refugio ideal contra el calor abrasador de la ciudad en los meses de verano o contra una nevada inusual en los meses de invierno.
Fuera de la estación de Atocha se alza, en el centro de una rotonda, el Monumento a las Víctimas del 11 de Marzo de 2004, un emotivo homenaje a las 191 personas que perdieron la vida en el atentado del 11 de marzo de 2004, inaugurado exactamente tres años después del ataque terrorista.
El monumento es una cúpula cilíndrica de cristal de 11 metros de altura recubierta en su interior con una capa de etfe, un material ligero y transparente que permite el grabado. Grabados en la capa de efte hay mensajes de solidaridad de la población en memoria de las víctimas del trágico suceso. El diseño permite que la luz natural se filtre a través del cristal, creando una atmósfera solemne y reflexiva. Es un símbolo de memoria y paz, situado en el corazón de la estación afectada.
Tras rendir el debido homenaje a este conmovedor monumento, puedes dirigirte a pie a las principales atracciones turísticas de la ciudad.
Se puede llegar fácilmente a los tres principales museos de la ciudad, el Prado, el Museo Nacional Reina Sofía y el Museo Thyssen-Bornesmiza, subiendo por el llamado Paseo del Arte. También está cerca el Parque del Retiro, pulmón verde de la ciudad, y el animado y multiétnico barrio de Lavapiés.
Atocha es uno de los nudos ferroviarios más importantes de España: desde aquí parten todos los trenes de larga distancia y alta velocidad, los regionales (red de Cercanías) y el metro ligero (ML1), con el que puedes llegar al aeropuerto de Madrid-Barajas. A la estación de metro de Atocha-Renfe (L1) se accede internamente desde la estación de ferrocarril.
También salen de Atocha dos trenes muy especiales, de especial interés para los turistas:
La estación de Atocha está situada en la Plaza del Emperador Carlos V, al sur del centro histórico. La plaza marca el extremo sur del Paseo del Prado, y aunque en el mapa parece muy cerca, llegar a la Puerta del Sol a pie supone caminar unos 30 minutos.
Alternativamente, la estación de Atocha está comunicada por la línea 1 del metro de Madrid, que pasa por el centro y por algunas de las atracciones más importantes de la ciudad.
No faltan lugares donde dormir cerca de la estación de Atocha: desde hoteles de 4 estrellas de las cadenas Hard Rock, NH, Marriott y Radisson hasta pequeños establecimientos familiares, seguro que encuentras el alojamiento perfecto para ti y tu presupuesto.
La estación de Atocha se inauguró el 9 de febrero de 1851: entonces era un simple andén de madera, construido para facilitar el embarque y desembarque de viajeros en la segunda línea ferroviaria de España, que unía Madrid y Aranjuez, municipio de la Comunidad Autónoma de Madrid conocido por sus palacios reales y jardines.
Las primeras obras de ampliación se realizaron entre 1865 y 1892, dirigidas por Alberto del Palacio Elissagne con la colaboración de Gustave Eiffel: uno de los rasgos distintivos de la estación, la cubierta de la nave principal, data de esta época. Con 158 metros de ancho, 48 de largo y 27 de alto, es una de las imágenes simbólicas de Madrid.
Entre 1984 y 1992 se realizaron nuevas reformas bajo la dirección de Rafael Moneo, uno de los arquitectos españoles contemporáneos más importantes.
Tras el bombardeo que dañó gravemente la estación en 2004, se llevaron a cabo otras reformas importantes.
La estación de Atocha está situada al sur del centro de Madrid, cerca del barrio de Lavapiés y al sur del Parque del Retiro. Muy cerca de ella se encuentra el museo Reina Sofía.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.
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