Castilla y León es el epicentro geográfico y cultural de España. Situada en el centro del país, es cuna de la lengua española (que de hecho se denomina oficialmente «castellano»), cuna de la literatura española y depositaria del 60% del patrimonio artístico español.
Es tierra de mitos y leyendas, en primer lugar las del Cid Campeador, héroe de la Reconquista cuya vida se relata entre la historia y la ficción en uno de los primeros textos importantes de la literatura española, escrito unos cinco siglos antes que el más famoso Don Quijote.
El paisaje es el seco y desconsoladamente romántico de la Meseta Central, una vasta meseta cuya monotonía se rompe de vez en cuando con castillos medievales, pueblos pintorescos y espectaculares picos en la distancia. El alma de España parece descansar aquí, lejos del ajetreo de las playas de moda y la vida nocturna para turistas: romántica, noble, elegante y soleada.
He aquí por dónde empezar a la hora de planificar un itinerario por Castilla y León: los cinco lugares que te presentamos a continuación son los más fascinantes o históricamente importantes de la región, donde se concentran las atracciones más famosas. Sin embargo, si dispones de más tiempo, también te recomendamos visitar las minas de oro de Las Médulas, el castillo de Peñafiel, las montañas de la Sierra de la Culebra y la Sierra de Francia, y el pintoresco pueblo de Medinaceli.
Destino popular de excursiones de un día desde Madrid, Salamanca merece todo un fin de semana: viajar despacio es la mejor manera de saborear plenamente el ambiente romántico de esta ciudad llena de espléndidos palacios y pintorescas vistas. Por la noche, expertamente iluminada, la ciudad se vuelve aún más mágica.
Las principales atracciones de Salamanca son la magnífica Catedral, la Universidad (la más antigua de España) y la maravillosa Plaza Mayor.
Otra visita obligada en un viaje a Castilla y León es Segovia, una ciudad de casas de terracota y rosa pastel enclavada en las onduladas colinas de Castilla con vistas a la Sierra de Guadarrama.
La atracción más famosa de Segovia, que por sí sola hace que merezca la pena visitar la ciudad, es el monumental Acueducto Romano: una obra maestra de la ingeniería construida hace más de 2000 años que hoy se integra perfectamente en la ciudad moderna. De día sorprende por su grandeza y su portentosa estructura capaz de resistir el paso de los siglos; de noche te cautivará con evocadores juegos de luces y sombras.
Otros magníficos edificios del centro histórico de Segovia son el Alcázar y la Catedral.
Burgos es un nombre familiar para quienes han hecho o quieren hacer el Camino de Santiago: es una parada importante en la peregrinación histórica, así como un punto de partida alternativo para quienes no se sientan con fuerzas para recorrer a pie los 800 km de la ruta clásica.
Incluso para quienes viajen en coche, Burgos es un destino que no debes perderte: aquí podrás admirar algunos de los mejores ejemplos de la arquitectura gótica española (en primer lugar, la Catedral), visitar museos originales y relajarte con sabrosas cenas o sencillos paseos por el campo.
Desde Burgos puedes conducir fácilmente hasta el Parque Arqueológico de Atapuerca, que se encuentra en el lugar donde se descubrieron antiguos huesos humanos.
También te esperan vistas encantadoras y románticas en Ávila, una ciudad fortificada que se eleva a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar y cuyo centro histórico está totalmente encerrado en una poderosa muralla perfectamente conservada.
Las murallas de Ávila son el principal atractivo de la ciudad. Recorre los dos tramos abiertos al público para disfrutar de espléndidas vistas panorámicas; si quieres admirar las murallas con una visión de conjunto, dirígete a las afueras del centro, al Monumento de los Cuatro Lugares.
El centro está lleno de casas señoriales e iglesias; muchos edificios hacen referencia a la vida de Santa Teresa, monja e intelectual española que vivió en el siglo XVI. No la confundas con la Madre Teresa de Calcuta, ¡una santa de nuestro tiempo!
La fama de Valladolid no está ligada a famosos museos y monumentos, sino a sus ilustres ciudadanos: aquí nació el rey Felipe II, aquí vivieron el escritor Miguel de Cervantes (autor del Quijote) y Cristóbal Colón, aquí se casaron los reyes católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.
Cada una de estas célebres figuras dejó su huella en la ciudad, y las principales atracciones turísticas son las que les están dedicadas. Valladolid también puede presumir de una abundancia de palacios e iglesias que no tiene nada que envidiar a ciudades más visitadas del centro-norte de España, y de una animada vida nocturna.
Castilla y León es muy extensa y los lugares de interés turístico están repartidos más o menos por todo su territorio. Van desde la muy calurosa meseta al norte de Madrid hasta la fresca zona norte, en el límite con el País Vasco y Asturias. Es difícil visitar toda la región de una sola vez, pero si quieres intentar la hazaña, te recomendamos dormir en Valladolid, ya que está situada justo en el centro geográfico, a tiro de piedra de laautopista A62 que atraviesa la región de suroeste a noreste. Por cierto, Burgos y Salamanca también se encuentran a lo largo de esta importante arteria viaria.
Alternativamente, si decides centrarte sólo en una parte de Castilla y León, elige dormir en Ávila para estar también cerca de Salamanca y Segovia, o en Burgos para acceder fácilmente a León, Valladolid y Soria. Una vez que hayas elegido una ciudad como base, valora las instalaciones: por término medio encontrarás buenos hoteles y muchos bed and breakfasts y apartamentos, sobre todo en los centros históricos. En el campo y fuera de las ciudades también encontrarás bonitas casas rurales (el equivalente a nuestros agroturismos) para unas vacaciones en contacto con la naturaleza.
Castilla y León es muy amplia, y coincide aproximadamente con el trozo de España que va desde Madrid hasta el País Vasco, en la costa norte del país. Por eso se puede llegar a ella de muchas maneras: puedes, por ejemplo, aterrizar en el aeropuerto de Madrid y alquilar un coche para explorar la parte sur de la región, o aterrizar en Bilbao u Oviedo y alquilar un coche para explorar la parte norte. Todos estos aeropuertos están bien comunicados con Europa, gracias a aerolíneas de bajo coste como Ryanair, Volotea o Vueling.
Castilla y León también tiene su propio aeropuerto, el de Valladolid, pero por desgracia es muy pequeño y no está conectado con nuestro país.