Organizar un viaje a Barcelona con niños no supone ningún problema, basta con tener en cuenta algunos consejos y trucos útiles sobre qué visitar en la ciudad para que su viaje también sea interesante y divertido.
Mientras tanto, los niños son siempre bienvenidos en los restaurantes o bares y, aunque rara vez hay menús específicos para niños pequeños, la mayoría de los restaurantes no tienen problema en preparar raciones más pequeñas.
En los hoteles, suele haber descuentos para niños menores de 12 años que compartan habitación con sus padres en una cama supletoria. Además, los ferrocarriles estatales españoles, Renfe, ofrecen un 40% de descuento a los niños de 4 a 11 años.
Hay numerosas atracciones familiares donde puedes entretener a los más pequeños
El Parc d’Attraccions del Tibidabo es quizá la primera atracción que te viene a la mente para unas vacaciones en Barcelona con niños. Apto para grandes y pequeños, es el único parque de atracciones a la antigua que queda en la ciudad. En realidad, decir «en la ciudad » es quedarse corto, ya que está situado en una colina a 500 metros sobre el nivel del mar, a varios kilómetros del centro de Barcelona. Sin embargo, ¡el trayecto para llegar es una atracción en sí mismo! A los niños les encantará tomar el funicular desde la plaza Doctor Andreu hasta la plaza del Tibidabo. Por cierto, el precio de su billete tiene descuento si se compra junto con la entrada al parque. Si no tienes mucho tiempo, puedes recurrir al muy eficaz -pero decididamente menos encantador- Tibibus, un autobús que sale de la Plaza de Cataluña y llega directamente al Tibidabo.
Una vez dentro del parque, puedes entrar en la Casa de los Horrores, disfrutar de los coches de choque y muchos otros juegos, así como dar un paseo en una gran noria y visitar el Museu dels Autòmates, que expone varios robots en su interior. También se celebran espectáculos de marionetas y hay zonas de picnic, parques infantiles y muchos bares y restaurantes. Además, aparte del parque infantil, la colina del Tibidabo tiene otras dos atracciones realmente interesantes, que son el Temple Expiatori del Sagrat Cor (Templo del Sagrado Corazón ) y la Torre de Telecomunicaciones, con su correspondiente terraza mirador desde la que podrás admirar una vista de 360 grados de Barcelona y sus alrededores.
El reino submarino donde los niños quedarán maravillados. Con 21 enormes tanques que albergan casi 400 especies marinas, el Aquarium de Barcelona es uno de los mayores de Europa. Está a 10 minutos a pie del monumento a Colón, bajando primero por la Rambla del Mar, que cruza el Port Vell por el agua, y pasando después por el centro comercial Maremagnum. Aquí puedes pasar un día increíble descubriendo la fauna marina de distintos ecosistemas, incluido, por supuesto, el Mediterráneo.
La joya de la corona del Aquarium de Barcelona es el túnel de cristal de 80 metros de largo, que puedes atravesar para cruzar un tanque -el mayor de toda la instalación, dedicado al Océano- donde te encontrarás cara a cara con tres enormes tiburones grises, Drake, Morgan y Maverick, además de rayas, peces de todo tipo y una vasta flora marina. En el Aquarium de Barcelona también puedes participar en algunas experiencias realmente interesantes, especialmente para los niños valientes, que pueden nadar con tiburones y dormir junto a ellos.
La Rambla es el lugar de Barcelona donde tus hijos querrán subirse a tus hombros para disfrutar por encima de la multitud de todos los espectáculos callejeros que os encontraréis: artistas callejeros, tragafuegos, estatuas humanas, músicos. Si pones una moneda en su sombrero, ¡las estatuas humanas más generosas darán una piruleta a los más pequeños!
Uno de los puntos turísticos más populares de toda Barcelona, abarrotado a todas horas, la Rambla es una larga avenida tanto vehicular como peatonal (administrativamente hay varias calles, pero son todas una detrás de otra) que conecta la Placa de Catalunya con el mar. Pasear arriba y abajo por la Rambla es uno de los deportes favoritos de los turistas que visitan Barcelona, gracias a sus pequeñas tiendas, puestos y algunas atracciones imprescindibles, como el mercado de la Boquería, el Museo de Cera y los artistas callejeros antes mencionados.
A unos cientos de metros del centro de Barcelona se encuentra uno de los pulmones verdes de la ciudad: es el Parc de la Ciutadella, en cuyo interior hay un enorme parque zoológico. Los niños pueden volverse locos en el Zoo de Barcelona y admirar de cerca más de 7500 animales de todo tipo, procedentes de distintas partes del mundo, que viven en un entorno sano y seguro, en una superficie total de nada menos que 13 hectáreas.
Entre hipopótamos, elefantes, leones, reptiles y rinocerontes, los niños estarán encantados de pasear por las jaulas y descubrir animales raros o exóticos, como dragones de Komodo o ciervos Muntjac. En el Zoo de Barcelona hay diez áreas en total, cada una dedicada a un entorno natural distinto. Para un interludio relajante, pasa un rato en el Palmeral, un jardín rodeado de un palmeral donde loros y periquitos revolotean sobre tu cabeza.
Por último, la parte lúdica de la visita al Zoo de Barcelona consiste en la posibilidad de asistir a diversos espectáculos. Entre las actividades que se ofrecen, también hay visitas guiadas y talleres creativos adecuados para los niños. También hay una zona habilitada como una granja, donde puedes acariciar cabras y conejos.
Durante una visita al Museu Maritim de Barcelona, los niños tendrán la oportunidad de conocer el mundo marítimo de primera mano, oyendo gritos de piratas, cañonazos y el gorgoteo de los submarinos. Dentro del museo marítimo también tendrán la oportunidad de admirar algunas réplicas a tamaño natural de barcos y galeones, como la galera real de Don Juan de Austria de 1571. Amarrado en las tranquilas orillas del Port Vell, también parte del Museo Marítimo, está el Santa Eulalia, un barco de 1918 fielmente restaurado.
El museo está situado cerca del Monumento a Colón, al final de la Rambla y no lejos del Aquarium: ¡un tríptico perfecto para mantener contentos a tus hijos durante una visita a Barcelona!
El Parc del Laberint d’Horta es el parque más antiguo de Barcelona que sigue en uso. Construido en estilo neoclásico y datado del siglo XVIII, toma su nombre de su enorme laberinto de setos: ¡los niños se sentirán como Alicia en el País de las Maravillas, perdiéndose a cada paso!
Ideal para una visita con niños, también es perfecto para escapar del ajetreo de la metrópoli, ya que podrás pasear entre árboles centenarios y parterres perfectamente cuidados, en medio del verdor y la tranquilidad. Además, para llegar hasta allí tendrás que llegar primero al barrio de Horta-Guinardò, que ciertamente no es una zona turística, lo que también te dará la oportunidad de conocer la Barcelona de sus habitantes, sin demasiadas florituras y con un encanto propio.
La Teleférica del Montjuic es un teleférico que parte de un lado de la colina que rodea Barcelona por el sur, y llega hasta el castillo. El viaje encantará a los niños, ya que es relajante y divertido. Al mismo tiempo, una vez en la cima, los pequeños podrán subir a los cañones del castillo: ¡diversión garantizada!
El viaje por la Teleférica del Montjuic dura sólo unos minutos, pero da la posibilidad de ver Barcelona desde una perspectiva muy poco habitual, aunque privilegiada. Es una atracción muy turística, pero realmente merece la pena. La estación valle está situada en el Parque de Montjuic, cerca de las principales atracciones de Barcelona, como la Fundació Joan Miró, el MNAC y el Poble Espanyol. El viaje de ida llega hasta el castillo sin paradas intermedias, mientras que en el viaje de vuelta tienes la opción de parar en el Mirador, un mirador realmente hermoso: baja hasta donde quieras, y luego vuelve a bajar sin tener que comprar otro billete.
El MHCAT, o Museu d’Història de Catalunya, es uno de los museos más adecuados para una visita a Barcelona con niños, ya que ofrece un espacio divertido para que los más pequeños se disfracen con trajes medievales y galopen en caballos de madera. Además, todos los domingos a partir de las 12.30 h hay una clase de historia de una hora de duración, durante la cual se representan leyendas catalanas para los más pequeños. La colección del MHCAT es realmente extensa, e incluye temas completamente diferentes, aunque unidos por un hilo conductor: celebrar Cataluña, sus descubrimientos y su historia. Con los niños, puedes visitar la zona dedicada a la arqueología, la ciencia y la tecnología, la fotografía y las artes gráficas en general, para pasar una tarde de cultura y diversión en familia.
El museo está muy bien situado respecto al centro de la ciudad, ya que domina el Port Vell y deja atrás la Barceloneta: es imposible no pasar por delante de él, ¡quizá justo después de una visita al Aquarium!
Las playas de Barcelona son un lugar estupendo para que se diviertan los niños, ya que hay zonas de juego bien equipadas. En total, hay unas diez playas en Barcelona, y se extienden al norte del Port Vell, empezando por la Barceloneta, un barrio de moda con alma tradicionalista: sin embargo, su playa está frecuentada sobre todo por jóvenes y adolescentes, es muy a menudo ruidosa y, por tanto, no siempre es perfecta para los niños. Mejor desplazarse hacia el norte, a partir de la playa de la Nova Icaria, más allá del Port Olímpic: aquí se encuentran, una tras otra, las playas del Bogatell, de la Mar Bella, de la Nova Mar Bella y del Levant. Son playas mucho menos turísticas que las que están más cerca del centro, el ambiente es más relajado, y además son perfectas para los niños porque la arena es fina, el fondo marino se inclina suavemente y durante la temporada de baño están vigiladas.
Ir a la playa siempre hace felices a los niños, y más en una ciudad como Barcelona, donde el clima es siempre excelente durante todo el año. Por supuesto, en verano podéis ir a bañaros todos juntos, pero incluso durante los meses de invierno no hay nada mejor que una tarde en la playa para relajarse y disfrutar del cálido sol de la costa catalana.
Las golondrinas no son más que embarcaciones turísticas que salen de la zona del Port Vell y llevan a los visitantes a descubrir el litoral de Barcelona. Se pueden reservar a la salida del puerto, y las hay para todos los gustos: las hay románticas, pensadas para parejas, y las hay alcohólicas, pensadas para los más jóvenes, ¡pero quizá no aptas para niños! Sin embargo, también hay paseos en barco para toda la familia, en los que los niños estarán encantados de navegar por el Mediterráneo y visitar Barcelona desde una perspectiva diferente, pasando junto a bellos edificios como el hotel W-Barcelona y los rascacielos del Casino y lugares emblemáticos como el Port Olímpic.
A las golondrinas se une cada vez más otro tipo de embarcación: el catamarán, que también es muy divertido para los niños gracias a las altas velocidades que puede alcanzar.
Y por último, siguiendo con los paseos en barca, puedes alquilar una barca de remos en el pequeño lago del Parque de la Ciutadella y pasear con tus pequeños por las tranquilas y apacibles aguas: ¡diversión asegurada!
Durante tu viaje a Barcelona, ¿por qué no te regalas uno o varios días de diversión en uno de los parques de atracciones de la ciudad? Compra tus entradas con antelación para evitar tediosas esperas y pasa un día de aventuras en el mayor parque temático de España, Port Aventura, donde podrás elegir entre 37 atracciones y 6 universos diferentes que te llevarán a otros tantos destinos: México, la Polinesia, la China Imperial, el Lejano Oeste ¡te cautivarán!
Para escapar del calor de Barcelona qué mejor que un día en el Parque Acuático Illa Fantasia, 75 mil metros cuadrados y 22 atracciones, entre ellas 3 grandes piscinas, un parque infantil y mucho más te harán pasar un día inolvidable.
A continuación encontrarás una selección de alojamientos recomendados para unas vacaciones en Barcelona con niños.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.
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