Desde 2005, un edificio ultramoderno se alza en el cielo de Barcelona con una extraña forma que, según quien lo mire, se asemeja a un pepino, un falo, un supositorio, una bala o un cohete a punto de despegar: es la Torre Gloriés, conocida por la mayoría como Torre Agbar en honor a la empresa de aguas Aguas de Barcelona de la que es sede.
Este rascacielos de alta tecnología recuerda a otras construcciones futuristas como el 30 St Mary Axe de Londres y la Torre Revolución de Panamá. Su forma puntiaguda y alargada ha despertado la imaginación de quienes la contemplan, pero según declaraciones de su creador, el arquitecto francés Jean Nouvel, la forma de la torre es un homenaje a los relieves de Montserrat que rodean Barcelona y emula un géiser de agua que se eleva hacia el cielo.
La torre Agbar es el tercer edificio más alto de Barcelona, lo que no hizo feliz a Nouvel, que protestó por los límites de altura que se le impusieron.
Ni los barceloneses ni los turistas se quejan: a ambos les encanta este edificio futurista, que ya forma parte del paisaje urbano y que por la noche se ilumina con espectaculares efectos de luz gracias a 4.500 dispositivos LED accionados por un sistema informatizado capaz de proyectar más de 16 millones de colores.

Visible desde varios puntos de la ciudad, la torre Glories es ahora un elemento característico del skyline de Barcelona. Su futuro, sin embargo, es incierto: recientemente adquirida por un grupo estadounidense, podría convertirse en un hotel de lujo o tal vez seguir siendo un edificio de oficinas como es ahora. Sin duda, permanecerá en el corazón de cualquiera que la haya visto, de lejos o de cerca.
Lamentablemente, la Torre Agbar no se puede visitar por dentro porque, al ser un edificio de oficinas, no está abierta a los turistas. Se ilumina en horario nocturno, normalmente a partir de las 19:00 en invierno y las 21:00 en verano, y hasta las 21:00 o 23:00 en invierno y las 23:00 o 24:00 en verano.
Sin embargo, es posible subir a la plataforma de observación Mirador Torre Glòries y desde allí admirar una panorámica de 360° de la ciudad.
La Torre Agbar se encuentra en Sant Martí, una zona residencial cercana al PobleNou. Si quieres admirarla de cerca, la forma más fácil de llegar es coger la línea L1 de metro y bajarte en la parada de Glòries: desde allí sólo hay tres minutos a pie hasta la Torre Agbar.
También puedes llegar en autobús turístico: la Torre Agbar es una de las paradas de la ruta este.
La Torre de les Glories está situada en la Placa de les Glories Catalanes, en el punto en que la Avinguda Diagonal se cruza con la Gran Via de les Corts Catalanes. La parada de metro de Glories también está en la plaza.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.
