Córdoba es una de las piezas que componen el tríptico de oro de Andalucía junto con Sevilla y Granada: tres ciudades llenas de encanto, donde la cultura española y la árabe se exaltan mutuamente. De las tres, Córdoba fue la capital del imperio musulmán en España y, según algunos, es la que sigue más impregnada de ecos árabes.
El edificio emblemático de la ciudad es la Mezquita-Catedral, una joya arquitectónica que deja boquiabiertos a todos los visitantes y un precioso testimonio de una época en la que árabes, católicos y judíos convivían pacíficamente. Además de esta atracción ineludible, considerada unánimemente uno de los lugares que hay que ver al menos una vez en la vida, hay otros espléndidos palacios quizá menos conocidos, pero no por ello menos fascinantes.
Aunque no es una ciudad adecuada para unas vacaciones en la playa porque no tiene salida al mar -las playas más cercanas están en la provincia de Málaga-, Córdoba es ideal para un viaje de relajación a ritmo lento. En lugar de tumbarte al sol, puedes echarte una buena siesta en el patio de tu casa de huéspedes rodeado de plantas verdes y flores.
Estás en la ciudad adecuada para ello: los jardines ocultos tras los muros de las casas son uno de los orgullos de Córdoba y se celebran todos los años en la famosa Fiesta de los Patios, un concurso que premia al patio más bonito de la ciudad.
Tapas, vistas románticas y alegría de vivir no faltan: con la única excepción del mar, Córdoba es 100% andaluza.
Si tienes poco tiempo, es imprescindible dar prioridad a la Mezquita, la atracción más famosa de Córdoba. Sin embargo, hay muchas cosas que ver en la ciudad, suficientes para llenar más de un día, tenlo en cuenta al planificar tus vacaciones.
La principal atracción de Córdoba es la famosa Mezquita, una maravilla arquitectónica que encanta a millones de visitantes cada año con su mezcla única de estilos árabe y gótico-renacentista.
Es sin duda el monumento más importante del Occidente islámico, pero llamarla mezquita sería reduccionista. Más correcto es llamarla un imponente templo religioso que incluye en su interior lugares de culto islámicos y cristianos (de ahí el nombre de Mezquita-Catedral) e incluso algunas salas dedicadas a la religión judía, prueba de una época en la que las tres culturas coexistieron armoniosamente.
La imagen más conocida de la Mezquita de Córdoba es la magnífica sala de oración adornada con cientos de columnas que sostienen arcos en forma de herradura de piedra blanca y ladrillo. Las simetrías y los juegos de perspectiva crean en conjunto un efecto visual espectacular.
El núcleo original de la Mezquita se construyó en 785 en el emplazamiento de la antigua Basílica de San Vicente, una antigua iglesia visigoda; a lo largo de los siglos fue ampliada y embellecida continuamente por los sultanes primero y los reyes católicos después.
Una visita a la Mezquita-Catedral permite admirar el Mihrab (nicho dedicado a la oración), la Maqsura (capilla musulmana), la Catedral Católica y el Patio de los Naranjos (jardín con palmeras, naranjos y cipreses). El alminar, convertido posteriormente en campanario, es ahora un mirador excepcional desde el que se puede admirar una espléndida vista de la ciudad.
El otro edificio emblemático de Córdoba es el Alcázar de los Reyes Cristianos, un palacio-fortaleza de estilo árabe con elementos románicos y góticos donde los reyes católicos recibían oficialmente a los soberanos fieles a la Iglesia; fue aquí donde Isabel y Fernando tuvieron su primer encuentro con Cristóbal Colón.
La construcción defensiva original, de origen romano, fue ampliada y embellecida por los árabes con jardines, patios, fuentes y estatuas. Desde finales del siglo XV hasta la primera mitad del siglo XIX, el Alcázar se convirtió en la sede de la Santa Inquisición en Córdoba y numerosas salas se utilizaron como cárceles y cámaras de tortura; la torre es un símbolo de aquellos siglos oscuros.
Afortunadamente, paseando por los exuberantes jardines del Alcázar, no se siente el menor eco de aquel dramático pasado: reina una atmósfera de serenidad que invita a la relajación y a la contemplación extasiada de la belleza.
Frente al Alcázar están los Baños Califales, a los que se puede acceder con una entrada aparte. Aunque no son los baños árabes mejor conservados de Andalucía, bien merecen una visita. La multitud de salas y exposiciones históricas te darán una idea de la importancia del ritual del baño en la cultura árabe.
Los Baños Califales de Córdoba se construyeron en el siglo X y fueron enterrados por los cristianos cuatro siglos después, para ser descubiertos, por casualidad, en 1903.
También forman parte del complejo del Alcázar las Caballerizas Reales, un edificio construido en la segunda mitad del siglo XVI a instancias de Felipe II para albergar las caballerizas reales.
En la actualidad, se utiliza como espectacular escenario para un espectáculo ecuestre titulado «Pasión y Duende del Caballo Andaluz». Apto para familias, es una especie de homenaje a la tradición ecuestre de Córdoba y al fuerte vínculo del pueblo andaluz con el caballo.
La tercera obra maestra arquitectónica de Córdoba, después de la Mezquita y el Alcázar, es el Puente Romano, un puente de piedra de 16 arcos sobre el río Guadalquivir, situado justo debajo de la Mezquita. Fue construido por los romanos como parte de la Vía Augusta que cruzaba España de norte a sur, conectando lo que hoy son las ciudades de Gerona y Cádiz.
El puente está cerrado al tráfico y es un lugar ideal para dar relajantes paseos; hermoso para fotografiar, sobre todo al atardecer, también es un gran punto desde el que tomar fotos del exterior de la Mezquita.
El extremo sur del puente romano está marcado por la Torre de la Calahorra, una alta construcción defensiva cuadrada con torres almenadas construida por los árabes.
La torre alberga actualmente el Museo Vivo de Al-Andalus, una exposición interactiva diseñada para sumergir a los visitantes en la cultura y el ambiente que forjaron la identidad de la España islámica.
La Judería no es sólo una de las zonas más bellas de Córdoba, sino también uno de los barrios más fascinantes de toda España. Pasear sin rumbo ni reloj por las estrechas calles de la Judería es una de las experiencias más memorables que puedes vivir en Córdoba.
Te esperan pintorescos destellos a cada paso y es casi seguro que querrás fotografiar cada una de las encantadoras casas adornadas con flores blancas que aparecen ante tus ojos.
También hay algunos edificios históricos importantes dentro de la Judería. Si tienes tiempo suficiente, te recomendamos que vayas a verlos. Uno de ellos merece sin duda una mención, la Sinagoga, construida en 1315 y utilizada como lugar de culto hasta 1492, año que marcó la expulsión de los judíos de España.
A pesar de su pequeño tamaño, representa el testimonio más importante de la cultura judía en la Andalucía medieval. Presta atención a las magníficas decoraciones de estuco que representan citas en hebreo y elaborados motivos florales y astrológicos de estilo mudéjar.
Otro suntuoso edificio que debes visitar durante tu visita a Córdoba es el Palacio de Vania, una casa aristocrática construida a finales del siglo XVI y que lleva el nombre de sus últimos moradores, los marqueses de Viana. Estuvo habitado hasta 1980.
La principal atracción del palacio son sus hermosos jardines. Con una sola entrada, puedes recorrer la historia de los patios de Córdoba: desde el patio de vecino de la Edad Media, ejemplo de arquitectura popular, hasta los opulentos y cuidados patios del Renacimiento, diseñados para dar una imagen de poder y riqueza.
El punto de encuentro entre el fascinante corazón histórico de Córdoba y la dinámica zona comercial de la ciudad es la peatonal Plaza de las Tendillas.
No es uno de los monumentos más característicos de Córdoba, pero merece la pena visitarla para echar un vistazo. Para los cordobeses, desempeña un papel importante: es un lugar de paso y de encuentro, y también es donde se celebran las fiestas de Nochevieja y algunos de los actos más importantes de la ciudad.
En el centro de la plaza hay una fuente con una estatua ecuestre que representa a un famoso general español.
Aunque animado y colorido, animado a todas horas desde la mañana hasta la noche, el Mercado Victoria de Córdoba no puede describirse exactamente como un mercado popular.
Ubicado en un pabellón de cristal y hierro forjado del siglo XIX en un parque de la ciudad, el Victoria es un mercado cubierto que ha marcado su propia pauta. Lejos de los puestos de frutas y verduras, en este elegante patio de comidas encontrarás restaurantes de sushi, asadores, bares de cócteles, cafés de moda e incluso una discoteca.
No faltan oportunidades para probar especialidades españolas, tanto en versión tradicional como creativa.
El Centro Flamenco Fosforito de Córdoba está considerado uno de los mejores museos dedicados al flamenco de toda España: si te interesa este apasionante baile, no te lo pierdas.
A través de vídeos, paneles informativos y recuerdos, la exposición te llevará a través de la historia de la guitarra flamenca y de los grandes protagonistas de la música y el baile; conocerás los diferentes estilos y podrás probar suerte en una actuación.
El museo se encuentra en la histórica Posada del Potro, mencionada por Cervantes en El Quijote.
Recomendado sólo para los aficionados a la historia, el Museo Arqueológico de Córdoba recorre la historia de la ciudad desde la época prerromana hasta el comienzo de la Reconquista. La entrada también incluye una visita a los restos de un teatro romano excavado en el sótano del museo.
A menos de 10 km de Córdoba se encuentra Medina Azahara, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de España: las ruinas de un suntuoso palacio-ciudadela construido por el califa Abd ar-Rahman III en el siglo X.
Todo el complejo se levantaba en la ladera de una colina; la zona actualmente abierta a los visitantes corresponde al palacio del califa, situado en los niveles más altos desde los que se puede disfrutar de una hermosa vista de los jardines.
Hay un museo que cuenta la historia de la Medina Azahara.
En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de los principales lugares de interés de este artículo.
Descubra Córdoba a través de los ojos de guías expertos que le llevarán a descubrir los tesoros ocultos de la ciudad. Participar en una visita guiada o un free tour le permitirá captar la verdadera esencia de Córdoba.
Los free tours son una alternativa viable a las visitas guiadas tradicionales. Funcionan así: la participación es gratuita y al final de la visita puedes dejar una propina a tu elección. A continuación encontrará nuestras visitas gratuitas favoritas, si no, puede ver la lista completa visitando esta página.
¿Qué hacer en Córdoba? La actividad más popular entre los turistas es sin duda la visita guiada a la Mezquita, pero la oferta de visitas y actividades es muy amplia. Puedes elegir entre recorrer la ciudad a pie, en bicicleta o en segway, o salir de Córdoba para hacer una excursión de un día a Granada o Sevilla.
Una ruta de tapas es una forma divertida de pasar una tarde y experimentar una de las tradiciones más auténticamente españolas.
Una experiencia más inusual es una visita a una hacienda tradicional andaluza y a una granja de toros: descubrirás cómo se crían los famosos toros andaluces y su importancia en la cultura de esta región.
La opción más habitual para los viajeros que desean pasar al menos una noche en Córdoba es dormir en el centro. Hay una buena selección de hoteles y b&b cerca de la Mezquita y, en general, son establecimientos con encanto. Tenerlo todo a un paso es sin duda una gran ventaja, pero Córdoba incluye otras zonas muy bellas que se prestan perfectamente a una estancia fabulosa.
Una de las mejores zonas para dormir en Córdoba es la Judería. Situada a sólo 5 minutos a pie de la Mezquita, está llena de encanto y es un poco más tranquila; el inconveniente son los precios del alojamiento, que son ligeramente más altos que en el centro.
Un barrio aún más tranquilo es el Barrio de Santa Marina, al norte del centro; el barrio vecino, el Barrio de San Lorenzo, es más animado y se recomienda a quienes les guste el ambiente popular. Bordeado por dos animadas plazas, el Barrio de San Andrés es un buen compromiso entre la Córdoba histórica y la moderna, y se recomienda a quienes busquen un alojamiento económico.
Todos los barrios históricos no son recomendables para quienes viajen en coche debido a la estrechez de sus calles y a la dificultad de encontrar aparcamiento.
Hay un aeropuerto en la ciudad de Córdoba, pero no se utiliza para vuelos comerciales. Esto significa que para llegar a Córdoba tienes que coger un vuelo a los aeropuertos más cercanos (Sevilla, Málaga y Granada) y desde allí viajar en coche de alquiler o en transporte público. A estos tres aeropuertos llegan vuelos de bajo coste; el más cercano y el que tiene mayor oferta de vuelos baratos es el de Sevilla.
Para los que ya estén en Andalucía, llegar a Córdoba en coche es bastante fácil porque la región está atravesada por una extensa red de carreteras estatales, autovías y carreteras principales que permiten desplazarse rápidamente.
Llegar a Córdoba en transporte público también es fácil, siempre que sea entre las principales ciudades; en los pueblos pequeños las conexiones son escasas o inexistentes.
La estación de ferrocarril de Córdoba está situada en el extremo norte del centro histórico. Por ella circulan trenes de alta velocidad AVE que conectan Córdoba con las principales ciudades españolas muy rápidamente: a Sevilla se llega en sólo 45 minutos, a Madrid en menos de 2 horas y a Barcelona en unas 5 horas. También circulan trenes RENFE, más baratos pero más lentos.
Junto a la estación de tren está la estación de autobuses, donde puedes coger autobuses directos a muchos lugares de Andalucía y a Madrid.
¿Qué tiempo hace en Córdoba? A continuación se muestran las temperaturas y previsiones meteorológicas en Córdoba durante los próximos días.
Córdoba está situada en el centro-norte de Andalucía, la región que ocupa casi todo el sur de España. La ciudad está a unos 140 km de Sevilla y a unos diez más de Málaga; Madrid está a 400 km.
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